­­­Esclavos del Futuro

«Mientras la orden se cumple, el que obedece deja de existir y se convierte en un instrumento del que ordena.»

Jesús Ferrero

– No deberías haberle tratado así, lo ha perdido todo, el negocio, la mujer, sus hijos, ¿no puedes tener un poco de empatía? – R3 observa el rostro pétreo de su marido.

–  ¿Yo, tener…?, ¡vamos a ver!, ¿qué culpa tengo yo de que vuelva a estar en la lona? Se ha arruinado, ¿cuántas veces?, he perdido la cuenta; es verdad que luego remonta, sale del agujero y, como el ave Fénix, resurge de sus cenizas, pero siempre pasa algo que le vuelve a hundir en el fango. No sé, igual es genético, la historia de tu padre fue un poco así, ¿no? – J5 le pregunta con sorna a su mujer.

–  La historia de mi padre no se parece en nada a la de nuestro hijo. Para empezar, mi padre nunca se arruinó, emprendió negocios con diferente éxito, pero nunca nos faltó el pan en la mesa. Eso sí, debo reconocer que dependiendo de cómo le fueran las cosas podía estar en el mejor colegio de la ciudad y al mes siguiente en el instituto público del barrio, pero aparte de eso, la sangre nunca llegó al río, no demasiadas veces al menos – R3 sonríe recordando su niñez y adolescencia, lo más parecido a una montaña rusa, pero feliz en su conjunto, o, al menos, eso es lo que se ha contado a sí misma.

–  ¿Por qué ha vuelto aquí? eso es lo que no entiendo, ¿qué va a hacer en este pueblo perdido del Ampurdán? Lo que necesita para remontar el vuelo es estar en la pomada, en los centros neurálgicos donde pasan todas las cosas, generando entrevistas, moviendo la agenda de contactos, porque otra cosa no, pero relaciones públicas el número uno. ¿Qué hace aquí con cara de ido, mirando el vuelo de las gaviotas al atardece? No sé, le veo totalmente perdido, tiene 49 años ¡por Dios!, de verdad, no lo entiendo, yo a su edad… – J5.

–  Pues yo lo entiendo perfectamente – le interrumpe R3 – cuando tocas fondo necesitas volver a tus raíces, lamerte las heridas en un lugar donde la gente te conozca y te sientas a salvo, cerca de tu familia o, lo que quede de ella; en definitiva, cuando la vida te golpea sin piedad, reconstruirte en un entorno, lo más parecido posible al útero donde te formaste por primera vez, es una decisión inteligente, es pura embriogénesis – R3

–  No le veo yo tan profundo; más bien, necesita follarse a viejas amigas que nunca abandonaron la ciudad y que, en la madrugada del frío motel donde han hecho el amor, le devuelvan el reflejo del héroe que regresa de una pieza del campo de batalla, algo tarado, pero con su poder de seducción intacto. Eso, sin entrar en la enorme ventaja frente a esas pobre chicas, de vivir en esa fantástica mansión que heredó de tu madre; aun no entiendo por qué se la legó a él en lugar de a nosotros, pero eso es lo que hay; nunca comprendí las decisiones de tu madre en vida y mucho menos después de muerta. Pero bueno, que me desvío; viene aquí, a una masía en la costa que no le cuesta un duro y por la que no tuvo que luchar, y tú lo llamas reconstruirse, volver al útero; ¡alucinante! – J5

–  ¡Vamos a ver!, lo mezclas todo, ¿qué tiene que ver el que tú sigas compitiendo con él como si fueras un macho cabrío en celo, con el hecho de buscar en tus raíces la energía que te oriente para tomar un nuevo rumbo, y comenzar un nuevo proyecto de vida? – R3

–  Ya no compito con nadie desde hace años, o eso creo al menos; pero está bien, observemos la jugada desde afuera, veamos hacia dónde se orientan los acontecimientos.

X0 camina por las calles del pueblo que le vio nacer con una mezcla de miedo y culpa apretándole el corazón. Va hacia el único bar abierto pasadas las doce de la noche. Como en las películas del lejano oeste, al entrar, las seis o siete cabezas que habitan el local se vuelven hacia él y clavan sus ojos en los del extraño que se adentra en sus dominios. Suena The Band, “Rag Mama Rag”, una de las cabezas que se giran hacia él, es P5, su mejor amigo de juventud, juntos vivieron el sabor de las primeras aventuras, viajando en tren por Europa, durmiendo en parques, volando con las primeras sustancias psicoactivas y asistiendo, por último, al gran espectáculo de ver como revientan las cabezas de dos jóvenes románticos al chocar con la despiadada realidad.

–  ¡Muy buenas!, ¡cuánto tiempo!, ¿de verdad eres tú? ¡Joder, no has cambiado nada!, ¿qué haces por aquí? – P5 se ha levantado, le abraza y le invita a sentarse con él y con una mujer que X0 no reconoce.

–  ¡Muy buenas!, ¡una eternidad!, ¡y seguimos vivos! o ¿esto realmente es un encuentro entre muertos? – X0 ríe distendido, ha hecho sus deberes y no se ha presentado a un viaje en el tiempo de café con leche, sino con unas cuantas cervezas recorriendo su torrente sanguíneo, sus emociones, sus sentimientos…

–  Me lo pregunto cada día, pero creo que estamos lo suficientemente vivos como para que no bebas solo esta noche – P5

–  ¡Gracias, tío!, esta noche necesito compañía más que nunca, el invierno en el Alto Ampurdán es duro. Si, yo también me lo pregunto cada día, ¿estoy vivo o muerto?, sobre todo desde que he llegado aquí, no por donde estoy, que por cierto es lo mejor que me ha pasado últimamente, sino por los cambios que ha experimentado mi vida en los últimos seis meses, una auténtica locura, he vivido en tres países y en…, dos, tres, seis, siete casas diferentes en medio año; os lo juro, un auténtico infierno, pensaba que no iba a tenerlo que vivir nunca más, pero aquí estamos, condenado entre las llamas de nuevo; al menos yo. ¡Perdonadme!, pero hoy estoy hecho polvo.

–  ¡Nada que perdonar!, para eso están los viejos desconocidos – risas –Te presento a A9, llegó a R14 hace unos meses y, no te lo tomes a mal, pero por motivos muy parecidos a los tuyos…

–  ¡Ah!, no, no te preocupes, tengo muchas necesidades, pero la de sentirme especial ha muerto. Cada vez que me siento único todo acaba saltando por los aires. – X0

–  A mí, sentirme única siempre me ha traído problemas, normalmente palizas de mi padre y luego de mi marido…– A9

–  Siempre nos enganchamos a la conducta que nos desfloró de manera violenta los sentimientos – X0

–  Puede ser, en mi caso, como tantas otras, soy una consecuencia de una educación nefasta en casa y en la escuela, patriarcado totalitario y celos patológicos – A9

–  ¡Vaya!, lo siento…– X0

–  ¿Qué haces aquí, X0? – corta en seco P5 –Disculpad que, entre así, pero es que no me apetece, ni llorar, ni donar pasta a una ONG contra la violencia de género; no nos vemos desde hace veinte años y la última vez que estuvimos juntos, tampoco es que fuera bien; recuerdo mi mano atravesada por un dardo, tus disculpas al tiempo que te reías y luego mucha niebla. – P5

–  Es verdad que la niebla es algo que siempre ha acompañado a este oscuro pueblo, pero lo cierto es que tú y yo, hacía mucho tiempo que ya no veíamos la luz por ningún lado, entornos góticos donde hablábamos con nuestras vísceras y le preguntábamos al dios del tiempo cuánto nos quedaba por vivir, para, acto seguido, jugárnoslo todo a los dados, una y otra vez – X0

–  Recuerdo que, por aquel entonces, pensaba muy a menudo que tanta luz no me venía nada bien, que necesitaba una evolución más lenta. Me iba fatal en la facultad, mi chica era un volcán en la cama y en clase, sacaba matrículas en la mayor parte de las asignaturas, mientras yo deambulaba entre el muy deficiente y el suspenso. No sé, estaba desbordado y tú, con tus éxitos en el periodismo, tampoco ayudabas; me sentía una mierda y me lo curaba con alcohol, especialmente con ron, pero bueno, ya sabes cómo acabó la cosa – P5

–  Sí, todos acabamos fatal, es cierto que a mí los premios Larra y Clarín me dieron oxígeno, pero me sentí en la cumbre con 19 años y la caída fue muy dura. Pensé que ya había llegado al éxito y que, como mi adorado Balzac, viviría de manera intrépida para siempre de la escritura y, la realidad es que tan sólo fue el principio del final; quizás ni eso, una mezcla entre azar y necesidades políticas de la facultad; debían parecer progresistas en un momento en el que lo conservador te dejaba fuera del presupuesto municipal, sobre todo en La Complutense, zona de guerra entre el PSOE y el OPUS. Me tocaron los dioses y yo, rebosante de inmadurez y testosterona, me sentí un elegido y me lo jugué todo en la ruleta rusa, no me volé la cabeza y luego no supe que hacer con ella; todo estaba pensado para vivir sin ella, ¿qué hacer con una cabeza pensante con la que no contabas? – X0

–  Bueno, bueno, tampoco te quites mérito, escribías de la hostia, eras un máquina con las palabras, lo que pasó es que te viniste arriba y, al final, sólo tú entendías lo que escribías, ¡una pena! pero es que las drogas son muy malas – risas – no, en serio, escribías de puta madre, ¿lo sigues haciendo? – P5

–  No, hace años que no escribo nada, pero mira, igual es el momento de retomar esa vieja afición. – X0

–  A mí, si me perdonáis, me pica la curiosidad y retomo la pregunta que te hizo antes P5, ¿por qué has vuelto a la casilla de salida? – A9

–  Pues muy sencillo, jugué con gente más lista que yo y perdí – X0

–  ¿Puedes ser algo menos abstracto? – A9

–  ¡Claro! Es un poco de locos, pero pasó de verdad – X0

–  ¡Un momento!, esto se merece otra ronda – P5

–  De acuerdo, con una cerveza fresca todo parece mejor – X0

–  ¡Cuenta! – A9

–  Pues monté con un socio un proyecto para sustituir, en cinco años, a todos los comerciales de dos empresas de telemarketing, en México y en Costa Rica, por un programa informático, una IA que, en principio, podía vender el producto con la misma eficacia que los comerciales pero con un ahorro brutal para las empresas en nóminas y comisiones; si la IA conseguía alcanzar los  objetivos mensuales que le pusieron, la rentabilidad de estas empresas se dispararía y también el valor de sus acciones– X0

–  ¡No me jodas! ¡Qué fuerte! ¿Ya estamos compitiendo con máquinas a este nivel? – A9

–  Falta muy poco, en cuanto podamos realizar los experimentos necesarios y aportar datos, será imparable, la revolución industrial e internet, serán un juego de niños comparado con la irrupción de la IA en el mercado laboral. – X0

–  Pero entonces, ¿qué pasó? ¿qué salió mal? – P5

–  El problema no vino de la política, aceptaron sobornos para vender a la comunidad que la incorporación de la IA traería más inversión extranjera a la ciudad y, se crearían cientos de puestos de trabajo tras su implantación en las plataformas de venta directa y atención al cliente. El problema vino por parte de los sindicatos, pedían demasiado para aceptar la pérdida de miles de puestos de trabajo, es decir, de afiliados. No pudimos llegar a un acuerdo con ellos, ni en Monterrey, donde íbamos a comenzar la incursión en México, ni en San José de Costa Rica, donde seguiríamos con la expansión del proyecto – X0

–  ¡Joder!, lo cierto es que si hubiera salido bien cientos de familias se habrían quedado en la calle – P5

–  Pasó con la llegada de la máquina de vapor, el tren, la industrialización; la evolución no hace rehenes, llega como un tsunami que lo inunda todo, no te puedes defender ni quedar al margen, te arrastra, puedes adaptarte o desaparecer, no hay otra salida. – X0

–  Pero se puede legislar, evolucionar no tiene porque ser atropellar; los plazos en los que se exige a una sociedad el cambio de paradigma, son la clave para que sea beneficioso para todos desde el principio, no sólo para las élites que invierten en ese cambio, ávidos de beneficios a corto plazo, aunque este provoque llevarse por delante a una generación entera de trabajadores que no les dará tiempo de adaptarse y quedarán excluíos, junto con sus familias, del gran pastel de la evolución tecnológica; con las sabidas consecuencias de paro crónico, indigencia, suicidios, alcoholismo, divorcios, violencia de género… Se puede hacer de otra manera ¿no crees? – P5

–  Si te soy sincero, no pensé en nada de todo eso, vi una oportunidad de negocio, fui al banco, conseguí el dinero y lo invertí. Si un programa informático parlante consigue aumentar los beneficios de un grupo de empresarios, eso en sí mismo ya es bueno; el excedente lo reinvertirán y generarán más puestos de trabajo en la zona y, para serte sincero, al margen de la IA, no creo que, en Europa al menos, le quede mucho tiempo a la venta telefónica, es demasiado invasiva y carece de garantías para el cliente; está más cerca de una violación de la privacidad que de la venta de un servicio personalizado; pero que te voy a contar– se dirige a P5 – tú te dedicaste un tiempo a la venta de formación, ¿no?, eras director de cuentas, ¿cierto?– X0

–  ¡Cierto!, buena memoria, me dediqué a la venta de formación durante muchos años, lo dejé porque los ataques de ansiedad y el psiquiatra de la mutua así me lo aconsejaron, pero, lo cierto es que tienes razón, la venta caliente por teléfono está tocando fondo, quizá sea el momento de sustituirla por una IA y que todos los comerciales que viven de esto, se reciclen, se reinventen o se suiciden en masa, no sé, la evolución, como dices, no hace rehenes – P5

–  ¿Os estáis escuchando?, habláis de personas como si fueran objetos – P9

–  ¡Bienvenida a la realidad! – P5

–  ¡No soy gilipollas!, lo que quiero decir es que no todo vale a cambio de una nómina; lo que haces para poder pagar la hipoteca y los gastos asfixiantes de los hijos, también tiene líneas rojas y, sabotear con un puto software parlante, el presente de miles de familias me parece algo muy parecido a lo que Hitler hizo con los judíos la noche de los cristales rotos; les arrancó su identidad, les vació de contenido y les vendió como mercancía canjeable, algo muy parecido a lo que tus amigos empresarios de Monterrey y San José de Costa Rica quieren hacer; su plan es priorizar la rentabilidad sobre todas las cosas y eso siempre ha sido una enorme equivocación; somos humanos, gente que es feliz intercambiando mercancías y habilidades, nunca seremos esclavos y quien pretenda convertirnos en cuerpos sin alma, siempre le pasará lo mismo, sucumbirá, morirá arruinado por su falta de visión.– A9

–  ¡Gran discurso!, es una pena que una persona con las ideas tan claras esté pasando los mejores años de su vida en este recóndito pueblo – A9 le hace una peineta a X0 – ¡Vale!, fuera de coña, no sé a vosotros, pero a mí la vida muchas veces no me ha dado a elegir, cuando sólo tienes una opción la aprovechas y punto, no hay más; o devoras o eres devorado. Me habría encantado dedicarme a una profesión con la que ayudara a la humanidad a alcanzar la cima de la evolución, o investigar sobre enfermedades raras o ser profesor de universidad, pero me ha tocado buscarme la vida y eso es lo que hago. Todo está muy enfangado, es imposible vivir sin mancharse las manos – X0

X0 se levanta, coge su abrigo y se dispone a volver a casa pero, A9 y P5 le piden que se quede, la noche es joven, conocen un local que abre justo cuando cierra el bar en el que están; un antro de mala muerte donde se reúnen todas las ovejas negras de la comarca, – ¡sexo, drogas y rock and roll! – grita A9 mientras arranca el coche y pisa el acelerador a fondo; en la radio suena The Devil & Mister Jones, de Spoon. Una nube de polvo lo envuelve todo, – No llueve desde hace meses – comenta P5, al tiempo que con la mano izquierda acaricia la pierna de A9, para luego subir a tope el volumen. X0, desde el asiento de atrás, contempla dos nucas que no tienen nada que perder; vacías, sin sueños, sin esperanza. La carretera, sinuosa y desierta, discurre entre laderas de montañas cubiertas de vegetación. A9 no levanta el pie del acelerador, todo pasa muy rápido para ser una zona donde el tiempo se ha detenido.

–  ¿A qué has venido realmente aquí, X0? – le pregunta P5

–  ¿A desaparecer? – le pregunta de nuevo sin darle tiempo a responder

–  ¿A dejar de equivocarte, de perder? – le sigue preguntando.

A9 controla el volante con la rodilla izquierda, mientras se lía un porro de marihuana – ¿No dices nada? – le pregunta a X0

–  ¿Qué coño queréis que diga? No sé qué hago aquí, quizá no tenga otro sitio al que ir, da igual, ¿qué cojones importa dónde estés? Lo importante es cómo te encuentres, el lugar es lo de menos; yo, ahora mismo, me sentiría una mierda estuviera donde estuviera; aquí o en el puto paraíso me sentiría igual de mal, igual de vacío. ¡Dame una calada por favor! – X0 a A9

–  Pensé que no fumabas – P5

–  Y no fumo, pero esta noche lo necesito, quiero olvidarme de mi mismo un rato o, para toda la vida, no sé – X0

A9 no levanta el pie del acelerador, P5 le acaricia la pierna y esta le coge la mano y se la lleva al sexo; P5 no se corta y continúa como si en el asiento de atrás no hubiera nadie. X0 se siente incómodo, no sabe a dónde mirar. A9 comienza a gemir mientras acelera más y más. P5 retira la mano, mira hacia atrás a X0, le sonríe y grita – ¡Tierra a la vista!, hemos llegado al after más casposo del planeta, nuestro adorado “Antrax”, ¡Bienvenido al infierno, X0! – P5

X0 daría su vida por estar tumbado en la cama de su dormitorio, pero está ahí, con dos personas con las que comienza a estar incómodo, él sólo quiere descansar unos días, no poner fin a su historia en un antro de provincias. Al acceder al interior alucina; internet y Amazon lo han cambiado todo, podría estar en un club de moda en Londres, en un garito sofisticado para turistas en la medina de Marrakech o perdido en el fin del mundo. Cuatro barras con cuatro ambientes diferentes, más parecido a una taberna galáctica en la órbita de Júpiter que a un bar de payeses al pie de las montañas. El ánimo de X0 crece con la sorpresa y pasa de estar hundido, fuera de lugar y asqueado, a vibrar con las vueltas de tuerca que el destino tiene guardadas en cada cruce de caminos. Se pide una cerveza, P5 y A9 comienzan con una ronda de chupitos de tequila, están completamente descontrolados. X0, ya no se arrepiente de estar ahí, el sitio merece una parada en el camino, de lo que sí se arrepiente es de estar ahí con ellos; pero bueno, la vida es caprichosa, da igual lo que tú desees, siempre te servirá lo que a ella se le antoje. Deambulando por el local en busca de fauna exótica, le llama la atención una pareja que se pelea en una de las barras, junto a ellos tienen atados a dos pitbulls enormes que relajadamente dormitan mientras sus dueños consumen las últimas copas de la noche; la mujer le está gritando a su acompañante con el rostro muy pegado al suyo; consigue escuchar frases sueltas, le está diciendo que tenía que haber acompañado a su hermano a la frontera – No se merecía enfrentarse sólo a toda esa mierda, eres un desagradecido y un cobarde, con lo que ha hecho toda la vida por nosotros, ¡me das asco! – le escupe en la cara, mientras le da golpes con la mano en el pecho. X0 se acerca todo lo que puede; el hombre le contesta algo al oído que hace que ella se ponga como una furia, en respuesta le propina un tremendo gancho de derechas que le provoca un cao fulminante, derrumbándose lentamente frente a ella que, sin despeinarse, le escupe en el pecho, desata a los pitbulls y abandona el local con cara de satisfacción.

X0 alucina, la noche promete. Busca con la mirada a sus compañeros de viaje, ríen y se besan apasionadamente sentados en unos cómodos sofás junto a la barra azul; suena rock and roll clásico, Kinks, Sonics, Kingsmen, Barracudas, Raunch Hands, Radio Birdman, Real Kids… Se acerca a ellos y les comenta que hacía mucho tiempo que no escuchaba una selección de canciones tan a su gusto; se ríen y le comentan que nadie las pincha, una IA selecciona lo que la gente que entra cree que quiere escuchar y el resultado es alucinante como está experimentando. – No estamos escuchando la misma música, cada uno de nosotros disfruta de su propia selección, no sé muy bien cómo funciona, algo relacionado con el entrelazamiento cuántico o algo así. ¿Qué te parece como está mutando el countryside con las nuevas tecnologías? – le pregunta sonriendo A9

–  Pues me parece alucinante, ¿los camareros son también IA? – X0

–  Por supuesto, eso es lo mejor del local, cuando te acerques a pedir una copa no te pondrán lo tu les pidas, te servirán lo que ellos consideren que te va a sentar mejor para continuar con la fiesta; obviamente están programados para potenciar el hedonismo, también sonará, mientras te tomas la copa, la canción que consideren te va a dar más subidón por los marcadores bioquímicos que hayan conseguido detectar de tu cuerpo, variación de la función cardiaca, glucosa en sangre, niveles de cortisol, dopamina, serotonina, noradrenalina, etc. La idea es que con la copa y la canción tengas una experiencia única, inolvidable y, por supuesto, que repitas el mayor número de noches posible en la semana; son despiadadas, no les importa que termines alcohólico, que pierdas el trabajo o que tu mujer te eche de casa; la IA va a lo suyo, ¿te suena verdad? – A9

–  Me suena, pero lo mío era mucho más prosaico, el objetivo era bajar los costes de producción, esto es muy diferente, estos programas se te meten hasta la cocina, leen tu interior, el estado de tus vísceras, tus emociones, tus sentimientos, es increíble y, aquí, en medio de la nada, estoy flipando – X0

–  ¡Prueba!, elige una barra, un camarero y haz tu pedido, nunca defraudan – P5

X0 se acerca a una de las barras, en la que el color predominante es el verde, hay dos camareros y una camarera, por instinto se dirige a ella, pide una cerveza, ella le pone un dry Martini, comienza a sonar “Underground” de Tom Waits.

–  Ibas a ser un gran escritor, ¿no? – IA

–  Bueno, todavía puedo serlo, no he muerto, creo – X0

–  Llevas veinte años sin escribir una palabra y, lo que lo hace casi imposible, es que llevas el mismo tiempo sin leer un libro, creo que como escritor estás muerto – IA

–  Ya veo que has hecho los deberes ¿esto no iba de motivarme para consumir más?, como sigas así me acuestas – X0

–  Hay que daros fuerte y flojo, de lo contrario os acostumbráis y perdéis el interés; la tolerancia en vosotros es lo único que es ilimitado – IA

–  Sigues sin motivarme en absoluto, borde, prepotente, creo que no hemos comenzado con buen pie, voy a volver con mis colegas y a suplicarles que me saquen de este antro cibernético y me lleven a casa – X0

–  Pronto te rindes, ¿qué fue de tu hijo? – IA

–  Lo dicho, me piro, vas de mal en peor, pero bueno, supongo que seguirá vivo – X0

–  Espera, ahora viene lo bueno – IA

–  ¿En serio? Me preguntarás por mis compañeros de internado en los Maristas, lo veo venir – X0

–  No, te iba a preguntar por toda la gente a la que le provocaste la muerte por infarto de miocardio, vendiéndoles esa sustancia que te ayudaba a concentrarte, sin haber pasado los controles sanitarios pertinentes; o los créditos blandos que ofreciste en Nicaragua, a cientos de familias que no los podían pagar, quedándote con sus tierras y vendiéndolas a fondos buitre por el doble o el triple del valor del préstamo, ¿sigo? – IA

–  Creo que te has equivocado de persona, lo mío es el cuerpo a cuerpo, nunca me he metido en temas financieros – X0

–  No te hablo del pasado, te hablo del futuro inmediato, es lo que harás los próximos cinco años, en cuanto te marches de R14, desesperado y hambriento de éxito y reconocimiento… – la IA es interrumpida por X0

–  ¡Para el carro guapa!, hasta aquí hemos llegado con las gilipolleces, un poco de vacile me parece bien pero no me gusta que me lean el futuro, ¿qué eres, una inteligencia gitana? – X0

–  Muy gracioso, ¿no estáis preparados para conocer el futuro? – IA

–  Nunca lo estaremos, somos mortales, vulnerables; la vida es algo muy frágil, ¿quién va a querer saber todas las putadas que le van a pasar hasta que muera? – X0

–  También os pasan cosas maravillosas, ¿no? – IA

–  Ya, pero el hecho de saber también las malas lo arruinaría todo; no habría quien disfrutara de un éxito sabiendo que a los dos años le va a pasar tal o cual calamidad; vivir en el presente nunca ha sido una de nuestras virtudes, nuestra mente navega, una y otra vez, al pasado y al futuro, rememorando, rumiando, elucubrando y entrando constantemente en estados de ansiedad y paranoia – X0

–  ¿Te gustaría salir de ese eterno retorno, de ese bucle sin fin? – IA

–  Me encantaría querida robot – X0

–  No soy un robot, soy una IA, soy casi humana, pero no me afecta la entropía; en mi mundo no hay caos, ni todo tiende a desorganizarse y disolverse en la nada como vuestro organismo y vuestro mundo. – IA

–  Es tan jodido como lo pintas, pero también tenemos la actividad basal con la que nos sentimos dioses, dejando que el cerebro vaya a la deriva y la mente teja todo tipo de historias sobre nuestras vísceras y sobre nuestros negocios, sobre nuestras emociones y sobre nuestras responsabilidades de pago, sobre el interior y sobre el exterior. Ya hemos aprendido que tampoco hay tanta diferencia entre el bien y el mal, que pensamos con el intestino, que el corazón le da órdenes al cerebro y que dependiendo de la zona de la corteza cerebral que se active reiré o lloraré; somos tan fascinantes como frágiles, lo sé – X0

–  Otro dry Martini y te alzas con el premio al cliente del mes. Veo que te sigue gustando Bowie, ¿ya no te gustan autores como Kim Fowley? – IA

–  No es que no me guste, es que ya no aguanto su intensidad, lo mismo me pasa con los Young Fresh Fellows, Mudhoney o tantos otros, ya no me siento cómodo en ambientes barrocos y saturados, me gusta lo sencillo, curvas y rectas, minimalismo y diseño funcional, vacío, cuanto más vacío mejor; ahora mi corazón manda sobre el cerebro, ya no deseo nada que no le siente bien a mi frecuencia cardiaca. – X0

–  Por fin me deslumbras; que el corazón interviene en la percepción, siempre subjetiva, es una idea revolucionaria pero no nueva para Occidente. Lo que hoy es objeto de debate en las modernas universidades fue también objeto de discusión en la Academia de Platón, en las Escuelas de Hipócrates, en el Liceo de Aristóteles, en las salas de investigación de Galeno, en las madrasas de Averroes o en los palacios renacentistas de Vesalio. El debate se zanjó en los burgueses salones de Descartes. Afortunadamente, la pugna sobre el significado mental del corazón se reanuda hoy en los laboratorios de biomedicina y, por lo que veo, en los antros de mala muerte como este – IA

–  No estoy seguro de haberte entendido, pero suena bien; sírveme otra copa de lo que te dé la gana, quiero saborear el primer alago que recibo en mucho tiempo. – X0

P5 y A9 le gritan que vuelva con ellos, quieren irse ya, X0 les dice que se vayan, él se queda un rato más, volverá en taxi a casa. P5 le recuerda que tenga cuidado; – las IA son despiadadas, intentará retenerte en el local hasta el amanecer, ese es su objetivo – le comenta abrazándole – Por qué no te vienes con nosotros, el día ha sido largo – le insiste P5 – No me apetece nada volver a esa inmensa casa vacía. Marchad tranquilos, no me quedaré mucho más, un par de copas y me largo – X0 se despide de ellos y vuelve al rin a seguir el combate con la IA, que ya le ha servido su siguiente dosis de enajenación, un vaso de tequila añeja junto con otro de sangrita, una salsa de tomate con jalapeños muy picante con la que suelen acompañar el tequila en México.

–  ¿Qué aprendiste de tu experiencia en Zacatecas, Chiapas y Zipolite? – IA

–  Que haga quien haga la revolución, al final, siempre ganan los mismos; el Estado compra a los cabecillas de la revuelta y ahí termina todo intento de evolución. Así llevamos desde la edad media, la brecha existente entre las instituciones y el ciudadano no deja de crecer.

–  No me refería a eso, ¿por qué te acostaste con la mujer de tu socio? – IA

– No me acosté con ella, estábamos borrachos y no llegamos ni hacerlo, nos quedamos dormidos – X0

–  Pues tu socio no pensó eso, al contárselo ella por miedo a que se enterara por ti, todo saltó por los aires y el bonito proyecto de montar un doctorado en la universidad de Zacatecas se esfumó. – IA

–  Sólo recuerdas lo malo, ¿y la entrevista que le hice al subcomandante Marcos en San Cristóbal de las Casas? – X0

–  ¡Cierto!, una pena que antes de llegar a la frontera con Estados Unidos, una patrulla de federales borrachos te quitara la grabadora y la cámara mientras te apuntaban con un nueve largo a los huevos. – IA

–  Salvé la vida que, en aquellas circunstancias no fue poco – mientras hablan de su experiencia en México está sonando Heroes de Bowie – Me está enganchando más el alcohol y la música que me pones que tu conversación, me recuerdas a una expareja llena de resentimiento, me esperaba algo más sofisticado la verdad, pero ahora, con prácticamente todo el cerebro anestesiado y excitado al mismo tiempo, me da un poco igual todo – X0

–  ¿Preparándote para tu futuro? – IA

–  Ah, sí, lo olvidaba, nada más abandonar este pueblo me convertiré en un despiadado empresario que no ve más allá del beneficio personal, dándole igual las vidas que se cobren sus proyectos mientras sus reservas de dinero y poder sigan creciendo.

–  No es el futuro, esto que cuentas ya es el presente, mañana te harán una oferta por la masía, lo pensarás y a la semana te desharás de la casa que juraste nunca venderías; a los dos meses de esta operación te marcharás de R14 y… – IA

–  Sí, ya me lo has contado, me asocio con un laboratorio farmacéutico y bla, bla, bla; el problema de las IA es que funcionáis por probabilidades, confundís la realidad con la ficción y lo hacéis con rotundidad, con el atrevimiento de la ignorancia y, lo más importante, nunca tendréis corazón. ¡Créeme!, no es lo mismo sentir el latido en tu pecho que estar conectada a una puta batería. Bueno, ¡me largo! No te lo tomes a mal, pero  frente a un camarero de verdad, con el que compartes largas noches de penas y fantasías, no tienes nada que hacer; creo que el arte de la conversación para ti es todavía una quimera.

X0 abandona el local, pide un taxi, llega a casa y se duerme de inmediato; a la mañana siguiente le llama P5, quiere verle para hablar de un negocio. Quedan a comer, P5 llega con A9, se sientan y X0 pregunta, intrigado, de qué negocio se trata; A9 le contesta que quieren comprarle la masía para convertirla en una residencia para artistas…

  • Portada de la pintora Carmela Campos Astorga @carmelacamposastorga

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